Discurso Estudiante Centro de Alumnos

Reciba un caluroso saludo, nuestra distinguida Alcaldesa Paulina Bobadilla y su comitiva
presente, nuestra Directora de la escuela Luis Cruz Martínez señora Paola Rosales Abad;
directivos y docentes, representantes y líderes estudiantiles de la comuna de Quilicura.
Se han preguntado alguna vez ¿por qué algunas personas suelen colocar la leche antes
que el cereal? Y extrañamente hacemos toda una polémica absurda, sobre una decisión tan
simple y personal como esa. Es irónica la forma en la que solemos influenciar nuestra
acciones, por lo que creemos que está bien, nos volvemos por naturaleza líderes de
nuestros propios proyectos, y tal ejemplo lo vemos en algo tan sencillo como nuestra
elección a la hora de tomar el desayuno.
He de admitir, que vivimos en un sistema escolar, que a mi parecer, sigue siendo obsoleto,
siguen existiendo brechas, ciertas cláusulas y etiquetas, las cuales estamos luchando por
extinguir, para que finalmente, podamos desarrollarnos de la mejor forma posible en esta
sociedad. Nelson Mandela una vez dijo: “La educación es el arma más poderosa que
puedes usar para cambiar al mundo ” y cuánta razón tuvo. Soy fiel creyente de que el
conocimiento es la base de la vida, pero es una herramienta de la que mucho hablamos y
realmente no siempre sabemos utilizar, es satírico, pues en realidad, es en lo que se
supone que debemos pasar más de 14 años de nuestra vida, escolarizandonos. Tal vez, si
nos tomáramos el tiempo de dejar a un lado los estigmas y etiquetas implantados en los
poderes mínimos, que se le otorgan a las edades y nos ponemos a escuchar mucho más a
las grandes ideas de los niños y niñas, de los jóvenes líderes escolares, construiriamos un
sistema educativo maravilloso, pero sobre todo un sistema educativo más inclusivo y justo,
que es lo que necesitamos.
Muchas veces se han abierto los espacios, se han hecho campañas, talleres, charlas,
incluso nos han brindado el tiempo pero… ¿De verdad han querido escucharnos?¿Siquiera
lo han hecho realmente? Creo que, si intentamos construir algo desde la mitad, el trabajo
será en vano, deberíamos empezar desde la raíz, trabajar en recuperar la confianza de
aquel estudiante, que tuvo grandes ideas y aún así, fue silenciado, la confianza de esa niña
que tuvo un potencial de liderazgo magnífico y no fue tomada en cuenta, solo por ser menor
y por mantener una sala “ordenada”, lamentablemente muchas voces perdidas por falta de
comprensión y por abundancia de adultocentrismo, ¡hay mucho trabajo que hacer!
¿Verdad?.
En realidad, la falta de pizarrones y sillas modernas, no es nuestro mayor problema ahora
mismo. Quiero que se tomen el tiempo y reflexionen: ¿Realmente nos estamos enfocando,
en lo que incentivaría a mis compañeros a ser parte del cambio?
Tenemos el hoy, para construir el mañana, y sí es cierto, hay mucho camino para recorrer,
pero les aseguro que vale la pena, vale la pena escucharnos, vale la pena comprendernos,
vale la pena apoyarnos.
Esta mañana mientras tomaba mi café y practicaba con nervios el ¿cómo hablaría?, mi
madre se me acercó, sacudió mi camisa y me dijo; “Ve, habla, dilo fuerte y claro, así como
quizás en mis tiempo yo hubiese querido”, me entro una nostalgia bastante contradictoria a
decir verdad, pero igual lo pensé y le encontré sentido, quizás los del ayer, trabajaron para
que yo hoy, pudiera estar aquí opinando y no se me silenciara, jamás podría permitir, que
ese trabajo fuera en vano.
Así que… yo, Verónica Maritza Hernández Oliveros, estudiante migrante, decido apostar por
una educación que incentive el liderazgo, ese liderazgo genuino, que nos potenciará el día
de mañana, ese que quizás le de la fuerza y confianza a las futuras generaciones para
desarrollarse al máximo de la mejor forma, apuesto por mi escuela, porque sé, que tenemos
un equipo de docentes y directivos que están a favor del cambio, pero sobre todo, apuesto
por mis compañeros y compañeras, aquellos que conozco y también por los que aún me
falta conocer, quiero decirles que creo en ustedes chicos y chicas, creo en mí, creo en
nuestras raras y locas pero, maravillosas ideas que lograrán, que nazca esa divergencia
educativa, en la que queremos convivir para ser una escuela y una sociedad de
oportunidades. Sigan hablando y vuélvanse líderes, ahora, grítenlo fuerte, pero muy fuerte
que yo los escucho.
Muchas gracias